lunes, 24 de diciembre de 2007

Silva Renard, el ejército y la memoria.


Han sido múltiples las conmemoraciones de los 100 años de la tristemente célebre Matanza en la Escuela Santa María de Iquique. A las convocatorias de la izquierda autónoma, se sumaron las del propio estado chileno (seguramente habrá que esperar cien años más para que se haga "justicia" por la muerte de Rodrigo Cisternas) que en palabras de su ministro del interior Belisario Velasco, diría que finalmente el "estado chileno estaría pidiendo perdón" por el acontecimiento (me causa la misma sensación de asco que el perdón y la responsabilidad que asumió la Iglesia Católica por los crímines de la Inquisición en la edad media, en manos del papa Juan Pablo II, seis siglos después!!).

Que el ejército sea una institución creada para la instrucción de asesinos no es un misterio para nadie, tampoco lo es su carácter y composición de clase, la historia demuestra que sus más altos rangos no son ocupados por individuos provenientes de las capas sociales medias o bajas, también está demostrado por acontecimientos históricos, que sus intervenciones dentro del territorio nacional tienen una marcada intención ideológica.

El presente artículo extraído del diario La Nación Domingo, refleja la sorpresa de un columnista acerca de la denominación en homenaje a uno de los responsables directos de la masacre, de uno de los tantos regimientos que poseen las FF.AA a lo largo de Chile: El regimiento de artillería nº 3 Silva Renard.


"Grupo de artillería Nº 3 : masacrador de mujeres y niños Silva Renard (Por Antonio Gil)


Roberto Silva Renard se llama el "valiente" soldado que hace cien años ordenó abrir fuegos contra obreros desarmados y sus familias en la Escuela Santa María de Iquique, dando muerte a miles de civiles, hombres, mujeres y niños, lo que lo convierte en un auténtico pionero. Nació este "héroe" en Santiago, en 1855, y sus 39 años de servicio estuvieron marcados por la traición y eloportunismo. En la revolución de 1891 era jefe de Estado Mayor de la guarnición de Santiago, lo que no le impidió huir al norte a unirse con su ídolo, el general alemán Koerner y su recién adquirido arsenal de Mauser, las primeras armas con balas de acero que se usaron en Chile. Hay quienes afirman que fué justamente la supremacía del acero parlamentarista la que inclinó la balanza contra el plomo de los proyectiles balmacedistas. Silva Renard sabía de que lado del pan estaba la mantequilla.

Luego, es llamado a reprimir una huelga en las salitreras: 17 muetros y 300 heridos.

Viene pronto otra linda ocasión: la llamada huelga de la carne, donde bate su récord aniquilando a 70 manifestantes.Pero el premio gordo estaba por llegar, estaba a la vuelta de la esquina.

Con su cartel de masacrador bien afianzado, desembarcó el 19 de Diciembre con sus tropas en Iquique. Lo demás ya se sabe. Montado en su caballo blanco dirigió la "batalla" contra familias enteras reunidas, ordenando disparar con ametralladoras contra los pampinos. A su lado, un ordenanza soplaba la corneta dando las ordenes. Regresó a Santiago como un prócer. Y se lo nombró director de la FAMAE. Pero la cosa no quedaría ahí. Un medio hermano de uno de los acribillados en Santa María, el Anarquista argentino de apellido Ramón esperó pacientemente en la calle Viel a que el "héroe" dejara la fábrica de cartuchos para ir a almorzar a su casa. Le propinó varias estocadas que no alcanzaron a dañar mayormente al "valiente" militar, el que, gritando como un vellaco pidió ayuda a los transeúntes. Pero el heroico soldado ya no volvería a ser el mismo. Una paranoia y un terror sin límites lo perseguiron hasta Viña del Mar, donde se encerró hasta, literalmente, morir de miedo. Se meaba de susto, se cagaba de pavor.

Hasta ahí la historia sangrienta y patética. Ahora viene el echo más asqueroso de todos, y aquí copio literalmente de la página web del ejécito: "El 01 de enero del 2004, en el marco del proceso modernizador que estáefectuando el ejercito, su orgánica es modificada, se forma el Regimiento Reforzado Nº 7 de Chacabuco, de la fusión de los Regimientos de InfanteríaNº6 Chacabuco, el regimiento Nº 3 Silva Renard y el batallón Nº3 logístico Concepción, quedando su orgánica como se detalla: Las unidades que lo componen son las siguientes: Batallón de Infantería Nº6 Chacabuco, Grupo de Artillería Nº 3 Silva Renard [...]".

¿Qué honra el ejército poniéndole el nombre de un chacal a una de sus fuerzas? ¿Qué herencia de coraje le debe a su memoria? ¿Donde diablos está el ministro de Defensa? ¿Y los encargados de la conmemoración nunca se enteraron?. Desde estas líneas exigimos enérgicamente que, por respeto a la memoria de los hombres, mujeres y niños masacrados, sea borrado para siempre el nombre de ese asesino alevoso de la historia de Chile y sus instituciones. No es propio de un país civilizado bautizar con nombres de criminales cobardes como ese ni a la más inmunda cloaca."