miércoles, 13 de enero de 2010

Sobre 10 años de construcción de perspectiva política desde el Comunismo Libertario para transformaciones sociales en Chile.

No es casual que al encuentro hubiesen convocado cinco organizaciones Anarco-comunistas, en el papel, distintas. ¿Paso importante en la búsqueda, quizás extraviada, de las líneas troncales del Anarquismo (un tanto desviada por la práctica política de OCL) o retroceso cualitativo en el desarrollo del Comunismo libertario criollo?.

Eché de menos mayor énfasis en aquellos aspectos fundamentales que llevaron a compañeros a renunciar a OCL para levantar proyectos de organización específica. Me llama la atención el echo de que la Organización Comunista Libertaria no se hubiese echo presente públicamente con su perspectiva para entender en un debate con altura de miras los aspectos político-ideológicos de los sucesivos quiebres al interior de dicha organización. Al parecer tendremos que esperar que la historia oral construya con sus matices (por no decir cahuines) los procesos de quiebre (de carácter político-metodológico u otra índole) que se han sucedido desde la creación del CUAC, o ir viendo como se desarrollan los acontecimientos para entender el excesivo “respeto” que hubo en el encuentro, a diferencia del foro sobre “Criminalización del Anarquismo”, bastante mas tenso en ambiente y que sirvió para entender el momento en las corrientes en el Anarquismo. Sea como fuere, no se debe confundir encuentro fraterno con omisión.

En la primera jornada hubo atisbos de debate, pero nada se dijo respecto de la Guerra Social proclamada por un compañero, ni de la línea setentera de organización política Anarquista en Latinoamérica (FAU de los 70 / Resistencia Libertaria en Argentina) propuesta por otro. Se hicieron menciones respecto de los aportes, por así decirlo, de la contracultura a la propagación de la ideas libertarias (innegables por lo demás), pero jamás exhortó a los compañeros de las organizaciones presentes a realizar autocrítica alguna respecto de su consideración hacia, si se quiere, sectores “inmaduros” del espectro libertario, como lo hubo expuesto claramente el sociólogo Felipe Tombolini en el encuentro.

Anarquismo en tanto organización política de masas, organización política de cuadros o movimiento contra-cultural pareció abrirse como debate inicial (…) nadie lo prosiguió. Al parecer, hubo pacto de no “agresión” o quizás los grados innegables de dispersión de todos estos años han posibilitado hacer énfasis en cuestiones de mayor trascendencia.

La segunda jornada tampoco hubo roces y a pesar que muchos esperaban la concurrencia de grupos dispuestos a debatir, eso nunca sucedió. A partir de esta iniciativa quedan muchas mas preguntas abiertas que conclusiones categóricas y todo parece indicar que aquellos elementos que dotan de fuerza a las corrientes del anarquismo seguirán sin el necesario contraste a la hora de hacer lectura política de contexto.

Reflexiones posteriores al encuentro respecto de la(s) organización(es) Anarco-comunista(s)

Las organizaciones operan con unidad mientras así lo permitan sus procesos internos y conforme el contexto requiera un determinado modo de organización. A partir de lo anterior ¿Podría considerarse que cinco organizaciones Anarco-comunistas en una misma ciudad es sinónimo de madurez en un movimiento?. Quizás si, quizás no, veamos:

1.- Una unidad estrictamente instrumental sin mecanismos de desarrollo democrático interno genera anticuerpos en muchos compañeros y causa la fragmentación de las organizaciones o el desvío de militantes hacia otras corrientes del Anarquismo. Además, dicho elemento considerado táctico-estratégico ha sido la causa histórica de quiebres, ruptura de relaciones entre compañeros y se ha transformado en argumento suficiente para que sujetos en procesos de politización en el Anarquismo hayan decidido tomar otros caminos para canalizar su ímpetu revolucionario o simplemente se hayan decidido a “colgar los guantes”. Equilibrio entre disciplina político-militante y desarrollo político-dialéctico interno, debe ser capaz de implementarse para superar el modelo fallido de organización Anarco-comunista en el que desembocó el CUAC cuando pasó a ser OCL.

2.- Los procesos de maduración política, de sujetos y colectividades, son dispares. El Anarquismo es un “sistema” ideológico extenso en matices, definiciones, modelos históricos de prácticas sociales, políticas y económicas que dificultan la definición de procesos racionales en una forma determinada de organización y lectura política de contexto. Por lo anterior, el modelo federativo deberá transformarse en un momento de intercambio de experiencias prácticas basado en la consideración fundamental que cada sujeto y colectividad a definido como su área de intervención y despliegue. El programa es la síntesis de las experiencias más exitosas y probables de dar proyección en el tiempo. La investigación y el flujo de información permitirá que todos estemos al tanto de cada área y posibilitará a su vez, el desarrollo cualitativo interno, fundamental para elaborar estrategias acordes al contexto y mejorar el despliegue militante en nuestras organizaciones sociales y populares.

3.- Todas las organizaciones políticas reflejan en su interior el modelo de sociedad al que aspiran. Las hay desde las más autoritarias hasta las que también lo son pero matizan su autoritarismo con elecciones internas (o como elecciones primarias en el caso de los sectores social-demócratas). En la izquierda revolucionaria se mezcla la clandestinidad política con la inserción en sectores populares; punto aparte es la no discriminación entre sus métodos de la colaboración directa o indirecta con organismos de estado, despreocupándose de los procesos educativos al interior de las organizaciones populares, transformándose en la renovada versión profesional (literalmente) de aquella vanguardia que todo lo instrumentaliza.

¿Como se resolverá esto al interior de una federación de organizaciones y sujetos Anarco-comunistas en Chile?, es una buena interrogante, lo cierto es que en su interior debe reflejar la sociedad que aspira a materializar, sino, solo servirá de fachada para caudillismos que abundan dentro de la corriente Comunista Libertaria en esta parte de latinoamérica.

Por Ramón

Salud y Anarquía!!
Arriba el pueblo organizado!!
Arriba los que luchan!!

1 comentario:

Felipe Ramírez dijo...

Saludos compañeros:
Aprovecho que ya pasó un tiempo de la actividad para comentar el artículo. En primer lugar me gustaría aclarar que de las diferentes organizaciones que armaron el encuentro, sólo "Voz Negra", "CAL" y "Estrategia Libertaria" son org. específicas, mientras que "Hombre y Sociedad" y "La batalla de los trabajadores" son medios de comunicación y el FEL es un frente político social, y por lo mismo, no tiene un cuerpo ideológico inequívoco sino más bien un conjunto de prácticas libertarias y un discurso libertario específico para el espacio estudiantil.
Creo que el encuentro, si bien adoleció de falta de discusión acerca de algunos temas como una crítica mas desarrollada a la OCL (que en todo caso, ha demostrado cierta apertura en su último análisis de las elecciones) si permitió que compañeros que no se vio involucrada en el proceso CUAC-OCL tuvieran elementos para entender mejor el actual desarrollo de los anarco comunistas.
Por otro lado, creo que hay temas que fueron dejados de lado correctamente y que se vislumbran en el artículo como por ejemplo la relación con corrientes que afirman que están en una "guerra social". Lo digo no porque crea que son sectores "inmaduros" sino porque derechamente no creo que sean compañeros, ni siquiera que se comparta un mínimo cuerpo ideológico mas allá del lamentable alcance de nombres como anarquistas.
Creo que hay amplios sectores que actualmente se denominan anarquistas que más bien responden a principios ideológicos ultra liberales, con un exacerbado individualismo, y con un análisis idealista de la sociedad, sin olvidar que incluso en algunos casos reniegan de una posición clasista, en pos de la defensa de sus posiciones de vanguardia individual.
Por lo mismo, no creo que ese tema deba preocuparnos mucho, en especial después de experiencias como la del foro de criminalización donde lo último que hubo fue un debate entre compañeros, aunque precisamente hubo gente que aclaró que no somos sus compañeros.
A mi parecer si bien se pudo haber aprovechado mejor el espacio del encuentro, este sirvió para agrupar e identificar de manera clara una corriente anarco comunista que va más allá de la sola experiencia del CUAC y quienes se vieron envueltos en ella, con una experiencia militante de 10 años en los que mucho se ha avanzado en experiencias y que hoy debemos comenzar a sistematizar.
Indudablemente esta primera instancia debe ser mirada críticamente por todos quienes nos reconocemos como anarco comunistas, y deja muchas preguntas abiertas, pero sin duda que abre la puerta a un desarrollo mayor de las diferentes cuestiones que nos preocupan como sector.
Un proceso de unificación de las actuales organizaciones anarco comunistas en Santiago así como la incorporación a ese proceso de individuos debe reflejar la sociedad que aspira a construir, y creo que los compañeros anarco comunistas de las distintas organizaciones existentes hoy serán (seremos) capaces de responder a los esfuerzos y necesidades.
Salud.